Antecedentes del corrido mexicano. Una breve aproximación.

El español se modificó al contacto con las lenguas indígenas vivas hacia el S. XVI. Su enriquecimiento fue sonoro y arrastro consigo la adquisición de nuevos gentilicios y adjetivos, así como la alteración en su estructura gramatical a través de la adaptación del léxico predominante.

El resultado de esta nueva forma de expresión no peninsular se vertió en las leyendas, poesía, canciones y relatos.

Fue el romance español el modelo primario sobre el cual se desarrolló el corrido. Llegó a América en voces de soldados y aventureros quienes al gozar ya de los privilegios de la imprenta no sufrían más del ejercicio de la memoria. De esta forma su carácter popular se mantuvo en la clase social marginada conservando su carácter narrativo.

No fue hasta  Vicente T. Mendoza  que el corrido mexicano se comenzó a estudiar de manera formal hasta lograr dividirlo para su estudio en géneros tales como  romance, historia, narración, relato, ejemplo, tragedia, mañanitas, recuerdos, versos y coplas, así como formulas primarias y secundarias que a grandes rasgos describen la operatividad del corrido.

Formulas primarias

  1. Llamada inicial del corridista al público
  2. Lugar, fecha y nombre del personaje central
  3. Formula que precede a los argumentos del personaje
  4. Mensaje
  5. Despedida del personaje
  6. Despedida del corridista

Formulas secundarias

  1. Frase de insistencia del corridista para que el auditorio no olvide tal o cual suceso
  2. Exclamación o reflexión aparte del motivo que hace el corridista
  3. Biografía y señas generales del personaje
  4. Recapitulación o resumen del motivo
  5. Invitación del corridista al auditorio para que compre el corrido
  6. Fin del primer corrido e invitación a escuchar la segunda parte o cualquier otro corrido
  7. Nombre del autor
  8. Principio de la segunda parte o de cualquier otro corrido análogo anterior.

Dentro de los códigos culturales a los que el corrido alude esta, además, la reinterpretación en su ejecución pues soporta la representación simbólica de una forma de conocimiento propia de un grupo cultural.

También se sirven para su estudio códigos culturales como el lingüístico, literario, musical, veredictivo y retórico.

Mensaje e influencia

Apartada de la erudición y estableciendo las relaciones entre el pregonero y el escucha, es sabido por demás que el lenguaje es simple, directo, guarda una relación indirecta con el personaje pues se siente de alguna manera identificado, tiene hambre de justicia, le conmueve y es razón para seguir una lucha ciega, tal como lo vemos plasmado en este corrido agrarista referente a Zapata.

Corrido de Zapata niño (extracto)

Autor: José Muñoz Cota

Cantan: Pilar Pellicer y Tribu

Vengo a cantarles, señores,
una nueva novedad:
y es que Zapata está vivo,
pero vivo de verdad.

Cuando los viejos platican
— cuento que el viento llevó —
gustan de hablar de Zapata,
que muy niño se anunció.

Cuida el pueblo su leyenda
con alfarero fervor.
La pule, la va puliendo,
la guarda en una canción.

Después nos llega el “corrido”
de un ignorado cantor,
y así vive entre su pueblo,
lo que este pueblo adoró.

Gesta de los hombres fuertes
que dió la Revolución…
Zapata desde muy niño
en un corrido vivió.

Nos dice y anda diciendo,
algún viejo decidor,
que Zapata muy temprano
apuntó a libertador.

En Anenecuilco fue,
misérrima población
cerca de Villa de Ayala,
donde Zapata nació.

Jacales de Anenecuilco,
calleja donde creció
su cuerpo de niño serio
y concentrado vigor.

Una leyenda señala
su prematura intuición.
Leyenda que el pueblo quiere
y que este pueblo amasó.

Siendo muy niño, nos dice,
Emiliano presenció
cómo despojaba al padre
la injusticia del patrón.

¿Es que la tierra no es nuestra?
Si en esta tierra nació,
si en esta tierra ha jugado
y en esta tierra creció.

Zapata mira a su padre
que el trabajo encaneció.
Las manos del viejo tiemblan,
tiembla de rabia la voz.

Zapata mira a su madre
ocultando su dolor,
tras el rebozo que ciñe
y que el llanto ya mojó.

Zapata, el niño, no entiende
la injusticia del patrón.
¿Cómo les quita la tierra
cuando aquí siempre vivió?

Zapata niño predica
del jornalero la unión
y recuperar la tierra
que la codicia quitó.

No seas tonto, ha dicho el padre.
Todo lo puede el Señor.
Todo lo tienen los amos,
el indio sólo el dolor.

Entonces dijo Zapata
con extraña decisión:
Cuando sea grande, la tierra
se la quitaré al patrón.

 Para concluir…

El corrido se gesta entre los años 1800 y 1930  alcanzando su plenitud durante la revolución maderista desde los motines de Río Blanco (1907) hasta la caída de Porfirio Díaz, la Revolución Orozquista, La Decena Trágica, la Revolución Carrancista, el villismo, la Convención de Aguascalientes hasta la muerte de Venustiano Carranza e implantación del régimen obregonista, la guerra cristera  y el movimiento zapatista. En general una época de crisis en donde predomina la ausencia de un proyecto alternativo de nación y en donde la posterior erudición  dentro de la lírica corridista representó un intento por forjar una nacionalidad inexistente.

Así también su influencia se reflejó en la literatura mexicana a través de autores como Martín Luis Guzmán, Mariano Azuela, José Vasconcelos, Arturo Azuela entre otros. Mientras tanto la “época de oro”  del cine mexicano plasmó en sus imágenes  la incorporación de aquellos  sectores bajos de la sociedad a la ideología de la clase  dominante alienada haciendo al corrido dudar de su verdadera autenticidad popular.

Durante la década de los sesentas comienza una demanda por su comercialización, sin embargo el crecimiento del narcotráfico, los altos índices de violencia y la proliferación del machismo han dado pie a la generación de temas nuevos así como a la gestación de nuevas formas musicales surgidas a partir de la lírica.  

Fuentes

Armando de María y Campos, La revolución mexicana a través de los corridos populares. Tomo I. México, 1962. p. 224. Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana.

T. Mendoza, Vicente, El corrido mexicano. 1954. F.C.E.

Trigos, Georgina, Los corridos agraristas veracruzanos. 1989. Universidad Veracruzana

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