La Sandunga en el Bicentenario: Apropiación de un Son Istmeño por la Industria Televisiva.
Capítulo 4. Orígenes y desarrollo de La Sandunga

La leyenda corrige la historia
Teixeira De Pascoães

En este capítulo se abordan los orígenes y desarrollo de La Sandunga.

Orígenes de La Sandunga

Durante largo tiempo el estado de Chiapas y Oaxaca disputaron la paternidad de La Sandunga justificando su origen a través de diversas causas. Un ejemplo de ello lo constituye una leyenda muy extendida que atribuye la creación de esta pieza a un estudiante juchiteco quien estando en la capital de Oaxaca, recibe aviso de que su madre está gravemente enferma en su tierra natal por lo que emprende el viaje por la serranía para arribar después de varios días de marcha a su hogar donde encuentra el cuerpo inerte de su madre. Loco de dolor ante la desgracia siente una racha de inspiración, toma papel y lápiz y es así como escribe dicha melodía.

Por otra parte, existen testimonios de la tradición oral compilados y publicados que han servido de base para la posterior elaboración de hipótesis y líneas de investigación. Entre estos se encuentra la obra del doctor Alberto Cajigas Langner titulada El folklor musical del Istmo de Tehuantepec, obra en la cual destacan dos testimonios de relevancia que pueden contribuir a la comprensión de los orígenes, desarrollo y evolución de La Sandunga.

El primer testimonio corresponde al del ingeniero Porfirio Ruiz quien relató, en el Anfiteatro Bolívar el 4 de octubre de 1939 con motivo de una velada llevada a cabo por la Asociación de ex alumnos del Instituto de Oaxaca, que La Sandunga fue llevada a Tehuantepec en el año de 1853, por  Máximo Ramón Ortiz1

Esta afirmación está basada en lo que Ruiz recuerda de los apuntes referentes a los acontecimientos más importantes del Istmo de Tehuantepec a partir del año de 1847, que  él mismo se encargaba de actualizar para su tío, el Sr. don José María Ruiz, anciano quien trató de cerca a la sociedad tehuana entre los años de 1850 y 1880, gracias al empleo que ocupó en una casa comercial establecida en dicha ciudad propiedad de Don Juan Avendaño, tío de Matías Romero y amigo de Benito Juárez y Porfirio Díaz.

Ruiz declaró que la afirmación categórica y rotunda que su tío hacía cuando de los orígenes de La Sandunga se trataba, era que Don Máximo Ramón Ortiz la llevó a Tehuantepec al  regreso de una expedición a la ciudad de Oaxaca en el año de 1853, agregó que ésta era también la versión unánime aceptada por aquellos que, por el año de 1890, eran ya hombres de edad avanzada2

En la época de la aparición de La Sandunga, don José María Ruiz contaba con 16 años de edad y poseía la habilidad de cantar y ejecutar la guitarra, herramienta a través de la cual pudo aprender esta melodía tal y como fue conocida en tiempos de Máximo Ramón Ortiz.

En el año de 1903, durante una visita a la casa de la profesora de piano Macedonia Alcalá, hermana del compositor Macedonio Alcalá, en la ciudad de Oaxaca, Porfirio Ruiz asegura que interpretó para ella uno de los diversos zapateados que hasta ese entonces se habían compuesto para La Sandunga. Ante ese hecho, la profesora repuso que en efecto dicha melodía correspondía a una Sandunga que, no podría tener sus orígenes en Tehuantepec, ya que ella interpretaba una pieza con el mismo motivo musical a la edad de diez años en la capital de Oaxaca, es decir, aproximadamente hacia la década de 1850, ya que según Porfirio Ruiz, al momento de dicho encuentro la profesora representaba una  edad aproximada de sesenta años.

Macedonia se sentó al piano e interpretó una melodía que se diferenciaba de la versión de Porfirio en que ésta poseía un tiempo de danza, mientras que la primera presentaba un tiempo de vals. Por tal motivo Ruiz concluye de esta forma que La Sandunga oaxaqueña efectivamente sirvió de inspiración para la creación y desarrollo de La Sandunga tehuana.

El segundo testimonio corresponde al autor del libro, el doctor Alberto Cajigas Langner, quien afirma que en un artículo escrito por Gerónimo Baqueiro Foster titulado “La Sandunga sin arcano”, se revela que la noche del martes 3 de diciembre de 1850, en el antiguo Teatro Nacional de la ciudad de México, en una función extraordinaria de beneficio a la primera actriz de la Compañía Dramática doña María Cañete, se anunciaba como número final del programa un nuevo jaleo andaluz titulado La Sandunga, mismo que al tiempo de ser ejecutado, fue bailado por la señorita Moctezuma y el director del ramo don Ambrosio Martínez3. De acuerdo a Baqueiro Foster este programa se publicó en dos de los diarios de mayor circulación de aquel entonces: El siglo XIX y El Monitor Republicano, números que afirmó fueron encontrados  en la Hemeroteca de la Secretaría de Hacienda4

A través de la conjunción de ambos testimonios es posible deducir que La Sandunga fue una pieza musical que llegó de España a la ciudad de México en 1850 y que su popularidad se extendió posteriormente hasta la capital de Oaxaca donde Máximo Ramón Ortiz la escuchó, abstrajo y exportó a la ciudad de Tehuantepec donde fue apropiada y reproducida hasta el punto de hacer de ella una melodía identitaria de la región.

¿A qué causas responde dicho fenómeno de popularidad?, ¿es acaso La Sandunga la representación de algo más que una melodía apropiada por los pueblos zapotecas?

Copia del extracto de microfilm perteneciente al periódico El siglo diez y nueve en el cual se estrena La Zandunga como parte del programa de la función del 3 de diciembre de 1850.
Fig.1. Copia del extracto de microfilm perteneciente a la Hemeroteca Nacional de México “Teatro Nacional”, El siglo diez y nueve, México, D.F., 3 de diciembre de 1850, p.1332.
Copia del extracto de microfilm perteneciente al periódico El Monitor Republicano en el cual se estrena La Zandunga como parte del programa de la función del 3 de diciembre de 1850.
Fig.2. Copia del extracto de microfilm perteneciente a la Hemeroteca Nacional de México. “Gran Teatro Nacional”, El Monitor Republicano, México, D.F., 3 de diciembre de 1850,p. 4

Desarrollo de La Sandunga

La incursión paulatina de intereses capitalistas extranjeros sobre la vida comunal campesina del istmo entre los siglos XVII y XIX y la indiferencia del estado frente a los conflictos internos de la región,  ocasionaron que al paso del tiempo diversas facciones  políticas considerasen la posible separación del istmo del estado de Oaxaca5

El estado mexicano surgido a partir del término de la guerra de independencia poseía dentro de su agenda el establecimiento de una nueva división política del territorio nacional6. La idea de dividir al estado de Oaxaca cercenándola por el istmo tiene sus antecedentes, por una parte, en las solicitudes y presiones por parte del gobierno norteamericano para conseguir la concesión de una ruta más corta que les permitiera participar en el comercio con Asia para aprovechar al máximo su costa occidental7

Por otra parte, juchitecos y tehuanos mantenían rencillas con el estado, quien además de la indiferencia ante sus conflictos de orden político y agrario, favorecía en la mayor de sus veces a la élite predominante8.

La insostenibilidad de estas condiciones no se hizo esperar y fue durante la guerra con Estados Unidos cuando los istmeños aprovecharon la oportunidad para tomar las tierras que el estado les había expropiado. Al término de la guerra, se le ordenó al entonces gobernador de Oaxaca Benito Juárez restablecer el orden en la región mediante la aplicación de la ley, la cual obligaba a respetar el monopolio de la sal y las propiedades sancionadas por el estado.

Al percatarse Juárez de la figura de José Gregorio Meléndez y la fuerte influencia que ejercía sobre el campesinado juchiteco, lo nombró, en 1947, jefe militar encargado de la recuperación del control estatal9. Tiempo después con la investidura puesta, Meléndez lo desafió y desató una rebelión al mismo tiempo que proclamó la separación de la región ístmica respecto del estado, sin embargo, este intento fracasó impedido por fuerzas que permanecieron leales a Juárez en la ciudad de Tehuantepec.

El 20 de octubre de 1852, es proclamado en Guadalajara, Jalisco, el Plan del Hospicio, mediante el cual se establecieron las bases y reformas de un nuevo gobierno que se pronunció a favor del regreso de Antonio López de Santa Anna y en contra del entonces presidente Mariano Arista.

Al considerar la enemistad de Antonio López de Santa Anna con los liberales, así como los posteriores beneficios que traería para ellos el reconocimiento del Plan del Hospicio, Máximo Ramón Ortiz y Gregorio Meléndez crearon una coalición para realizar una proclama que salió a la luz el 26 de diciembre de 1852. En ella, reiteraron su apoyo al nuevo gobierno y decretaron la separación del istmo como territorio independiente del estado de Oaxaca. Por su parte, Ignacio Mejía, sucesor de Juárez y partidario de Arista, ordenó al comandante militar del estado de Oaxaca, Ignacio Martínez Pinillos sofocar dicho acto de rebeldía en Tehuantepec, sin embargo al llegar y medir la superioridad de la fuerza de mil ochocientos hombres reunidos por la coalición, Martínez Pinillos no solo desistió del combate sino que además se sumó a ellos para apoyar el Plan del Hospicio con la intención de obtener a futuro la gobernatura de Oaxaca10

A tan solo cinco semanas de haber tomado posesión y en correspondencia a la coyuntura política establecida con los rebeldes, Antonio López de Santa Anna decretó, el 29 de mayo de 1853, la existencia del nuevo Territorio Federal del Istmo, consolidándose así una demanda interpuesta veintinueve años atrás.

A partir de este suceso es posible establecer la hipótesis de que La Sandunga, al ser partícipe de la epopeya de Ortiz, devino de esta forma  en el himno y símbolo identitario del nuevo Territorio Federal del Istmo, convirtiéndose así en una expresión musical que conmemora el triunfo sobre las fuerzas juaristas y la separación del istmo de Tehuantepec del estado de Oaxaca.

Esta hipótesis la refuerza la existencia de las festividades llevadas a cabo los días 30 de Mayo en la ciudad de Santo Domingo Tehuantepec, donde es celebrado el natalicio de La Sandunga, acontecimiento que se hace acompañar por la renombrada Vela Sandunga la cual se erige como el pináculo de una serie de actividades que inician a partir del día doce de dicho mes en la región del istmo de Tehuantepec.

El protocolo y el aire solemne que guarda esta pieza musical se manifiesta en diversos ámbitos y acontecimientos de la cotidianeidad, siendo posible escuchar La Sandunga en las radios locales a las doce del meridiano; durante las velas a las doce de la noche como pieza obligada, así como en los funerales y novenarios. De esta forma de La Sandunga se puede decir que es la primera pieza que se escucha al nacer y la última que acompaña al sepulcro.

Con respecto al nombre Sandunga, Alberto Cajigas Langner argumenta que este vocablo es de origen hispano y significa gracia, salero y donaire. “Por extensión se dice mujer sandunguera a la que tiene gracia y prestancia en el andar”11.

Una investigación posterior llevada a cabo por el Lic. Wilfrido C. Cruz confirma dicho significado cuando publica, en el Boletín de Filología del Instituto de Estudios Superiores de Uruguay correspondiente a los meses de septiembre a diciembre de 1938, lo siguiente:

Zandunga n.f. Se llama así a la habilidad o aptitud para hacer algo; tener cacumen, inteligencia o perspicacia. No tiene Zandunga se dice, pues, de la persona poco avisada, poco vivaz y que no sabe o no puede desenvolverse en un asunto. La voz es genuinamente española. Los diccionarios la escriben sandunga o zandunga, pero el significado con que la anotan es distinto al que se le da en nuestro país (Uruguay)12.

Una tercera confirmación del significado de esta palabra nos la proporciona la Real Academia Española en cuya 22.ª edición se puede leer lo siguiente:

sandunga

(de or. inc.)

1.f. coloq. Gracia, donaire, salero.

  • Chile, Col. y P.Rico. parranda (juerga bulliciosa)13

Durante el primer tercio del siglo XX la escritura del nombre Sandunga fue objeto de discusión entre los expertos del tema, quienes argumentaban con base a una probable zapotequización su escritura con la letra Z.

Un ejemplo de lo anterior lo constituye la defensa del licenciado Esteban Maqueo Castellanos, escritor oaxaqueño que argumentaba que zandunga tendría un posible significado en idioma zapoteco o mixteco formándose acaso del prefijo tza (como zapotl, tzapotecatl, etc.) y de la palabra ndungáa. Esta aseveración fue refutada posteriormente por C. Cruz quien afirmó que ndungáa no existe en tal idioma, de igual forma refutó otra hipótesis que afirmaba que sandunga vino de los términos zapotecos: saha, fiesta; ndú, raíz; nga, demostrativo “esa”, la cual dijo, es igualmente infundada y en cuyo caso de ser cierta, sería pronunciada como zandungá.

Por su parte C. Cruz justifica la ortografía de la palabra con S de la siguiente forma:

Es uno de los tantos casos de cambios semánticos de las voces hispanas al ser empleadas en América y aplicadas aquí con nuevo vigor, como si se le insuflara más vitalidad a los viejos vocablos, que surgen así rejuvenecidos, gracias a la inmersión en la nueva atmósfera lingüística de los países hispanoamericanos. La raíz debe proceder de sal, trocando la “l” por “n” consonantes alveolares ambas. La colocación de la “l” delante de la “d”, hace acercar su sonido al de la “n”, ya que las alveolares “l” y n avanzan en este caso dentro de los órganos de la fonación y pasan a ser dentales. El trueque de la “l” por la “n” es, por lo demás, frecuente en la formación del romance: rotulare, rondar. El sufijo que constituye el segundo elemento de la palabra, es unga, que añade comúnmente una “d” epéntica por razones eufónicas. El sufijo ungo, unga, como los terminados en ango-a, engo-a, ongo-a, han sido formados por el romance y ofrecen un carácter despectivo, por lo menos en su origen. Proceden del germano, ing, según la mayor parte de los filólogos. “Zangandungo o zangandongo, persona inhábil u holgazana, según la Academia, con idéntico sufijo peyorativo, sale de zángano. Posiblemente por semejanza con esta dicción la vos Sandunga se escribe a veces con Z, cuando lógico es hacerlo sólo con S ya que nada tiene que ver con esta última raíz”14.

NOTAS

  1. Máximo Ramón Ortiz nació en Tehuantepec el 24 de junio de 1816. Fue hijo del padre dominico Juan Ortiz y Delfina Isabel Zabaleta. Ejerció los cargos de regidor, presidente municipal, secretario general del Estado de Oaxaca, administrador de la Aduana de Portazgo de Tehuantepec y Gobernador del Departamento de Tehuantepec, puesto que ocupó en dos ocasiones durante las presidencias de Mariano Arista y Antonio López de Santa Anna. Alberto Cajigas Langner, El folklor musical del istmo de Tehuantepec, México, D.F., Imprenta Manuel León Sánchez, 1961,p.240 ↩︎
  2. La “expedición” a la cual se refiere don José María Ruiz corresponde al momento en que Máximo Ramón Ortiz y Gregorio Meléndez “Che Gorio Melendre” parten a la ciudad de Oaxaca para apoyar la toma de la gobernatura del general Ignacio Martínez Pinillos. N.A. ↩︎
  3. Como puede corroborarse en las Fig.1 y 2 el número final que ocupa dicho programa no fue La Sandunga sino La Nueva Gallegada. N.A. ↩︎
  4. Los datos que refieren la fecha del estreno de La Sandunga y el lugar de localización de los diarios en cuestión fueron tomados del testimonio del Lic. Raúl Ortiz Urquidi en la obra de Cajigas Langner. N.A. ↩︎
  5. Entre los conatos de violencia que evidenciaron el malestar social ante los abusos del poder fueron los de los años de 1660 y 1850. La primera de ellas fue la que se llevó en contra del entonces juez español de Tehuantepec Juan de Abellán, quien consideró duplicar las contribuciones de los indígenas hasta el máximo que pudiera soportar su economía. Ante este hecho los zapotecas se levantaron en protesta hasta matar al funcionario.
    La segunda llevada a cabo por Gregorio Meléndez el 19 de junio del año en mención cuando éste junto con un grupo de indígenas se enfrentó contra las tropas enviadas por Benito Juárez a orillas del río de Juchitán dejando como saldo de la batalla más de setenta muertos del lado de los rebeldes. Cuadernos políticos. CP24.9.JohnTutino.pdf (unam.mx) Fecha de consulta: 2 de julio de 2015. ↩︎
  6. Las primeras discusiones en torno a la división política del país fueron llevadas a cabo en el Primer Congreso Constituyente de 1823, en el que se proponía la constitución de la nueva provincia del istmo, compuesta por la jurisdicción de Acayucan, Veracruz y Tehuantepec. A pesar de haberse eliminado el 3 de febrero de 1824, influyo en la forma en cómo se dividió el territorio.
    Dimensión antropológica. Los pueblos indígenas y la conformación del territorio oaxaqueño y del Estado nacional en la época juarista | Dimensión Antropológica (inah.gob.mx) Fecha de consulta: 9 de julio de 2015. ↩︎
  7. A pesar de la guerra con México, Estados Unidos no cesó sus intereses expansionistas. En marzo de 1849, Robert P. Letcher, ministro de EE.UU. en México, recibió instrucciones de negociar un tratado que protegiera los capitales estadounidenses que se invertirían en Tehuantepec. Para aquel entonces el empresario neoyorquino Peter A. Hargous había adquirido hacia 1842 durante el mandato de Antonio López de Santa Ana la concesión para construir una vía interoceánica por el istmo y poblar las tierras baldías a sus lados. Para 1850 Hargous fundaba con otros socios la Tehuantepec Railroad Company.
    Cuando Mariano Arista ocupó la presidencia de nuestro país en enero de 1851, se topó con un tratado que – a su juicio y del de quienes le rodeaban – arriesgaba la soberanía nacional, y con que, sin siquiera haber entrado este en vigor, la TRC ya estaba trabajando en el lugar. Se topócon que la empresa tenía una oficina en Nueva Orleans y un grupo de exploración en el istmo, que en ese momento, se ocupaba de abrir caminos, habilitar puertos para recibir suministros, reclutar jornaleros, comprar equipo y materiales de construcción, que comenzaba a vender tierras y ponía anuncios en la prensa para atraer accionistas, emigrantes y jornaleros. Ana Rosa Suárez Argüello, “Solo una idea: José F. Ramírez y la defensa de la soberanía en Tehuantepec”, Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México D.F., [edición en línea], 21.pdf (unam.mx) Fecha de consulta: 9 de julio de 2015 ↩︎
  8. Ejemplo de esto lo constituye la expedición de una ley promulgada por la gobernatura de Oaxaca en 1825 que preveía un monopolio de la sal que controlara los depósitos de Tehuantepec. Dicho monopolio sería concedido a un individuo que pudiera explotar la sal más “económicamente” que los indígenas.
    Fueran cuales fueran los beneficios para la economía del estado o para el empresario favorecido, lo cierto es que semejante concesión minaría gravemente la base económica de muchas comunidades del Istmo. Se negaría a los indios un elemento importante de su dieta, preservación de los alimentos y comercio, salvo en la medida en que pudieran comprárselo al nuevo monopolista. Esto obligaría a los campesinos istmeños a perder aún más el control autónomo de sus recursos que tan caro les era, y los impulsaría forzosamente a una mayor dependencia respecto de la economía de mercado dirigida por la élite oaxaqueña. Peor aún, el cambio sobrevendría en una época de presiones difíciles de la población indígena sobre los recursos de subsistencia, y cuando las fuentes alternativas de ingreso eran mínimas, debido al colapso del sector de exportación. Toda la población del Istmo sufriría. Pero los juchitecos tenían una queja adicional. Su comercio de textiles quedaría paralizado si perdían el acceso a la sal, su principal mercancía de exportación. No se sabe con precisión en qué fecha se concedió el monopolio por primera vez, ni cuándo intentó por primera vez el concesionario hacer valer sus nuevos derechos. Cuadernos políticos. CP24.9.JohnTutino.pdf (unam.mx) Fecha de consulta: 9 de julio de 2015. ↩︎
  9. Gregorio Meléndez mejor conocido como Che Gorio Melendre, nació en la última década del siglo XVIII y parece que actuó políticamente por primera vez a la edad de veinte años.
    En 1813 se alistó en las filas de Mariano Matamoros y colaboró con el triunfo que lograron los liberales en Niltepec sobre las fuerzas realistas. Durante este tiempo fue identificado como bandolero, pero también como militar. En dos ocasiones ocupó el puesto de jefe militar en la región: en 1847, cuando Benito Juárez fue gobernador, y en 1853, cuando el general Martínez Pinillos era gobernador de Oaxaca – a quien apoyó para llegar a ese puesto.
    El 28 de octubre de 1850 lanzó un plan político donde calificaba al gobierno de “sanguinario y desolador”. A sí mismo expresaba el descontento de la “ciudadanía” en relación con las altas “contribuciones, gravámenes y servicios forzados” que se le imponía a la población. Por ello desconocía tanto al gobierno del estado como al federal, y se pronunciaba en contra del próximo nombramiento del general Mariano Arista como presidente de la República. Dimensión antropológica. Los pueblos indígenas y la conformación del territorio oaxaqueño y del Estado nacional en la época juarista | Dimensión Antropológica (inah.gob.mx) Fecha de consulta: 9 de julio de 2015. ↩︎
  10. Disidencia y disidentes en la historia de México, México D.F., UNAM, 2003, pp. 219-220. ↩︎
  11. A. Cajigas Langner, op. cit., p.276 ↩︎
  12. Wilfrido C. Cruz, Oaxaca recóndita: Razas, idiomas, costumbres y tradiciones del estado de Oaxaca, 3ra. ed., Oaxaca, IEEPO,2002, p. 307 ↩︎
  13. Real Academia Española. sandunga | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE – ASALE Fecha de consulta: 9 de julio de 2015. ↩︎
  14. W. C. Cruz., op cit., p.308 ↩︎
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